Para ponerlo en contexto, en Japón, por cada 23 personas que caminan por las calles hay un autoservicio en forma de máquina expendedora, quiosco y cajero automático, y la demanda no parece estar en declive. Los consumidores prefieren la tecnología de autoservicio frente a las gestiones manuales, principalmente por razones de higiene y rapidez en la entrega. Por lo tanto, se espera que la demanda de estos dispositivos automatizados aumente y acabe impulsando el crecimiento global del mercado.